10 de marzo de 2016

Una Noche Perdida Más

Cuántos rincones en sombras
ocupo en garitos de mala muerte
sumergido en dulce veneno
entre caladas del vecino Marruecos.

Cuánto tiempo entre lavabos
en noches que siempre olvido,
pues no encuentro motivos
para retenerlas en el pensamiento.

No, como en aquellos tiempos,
donde todo era un gran recuerdo
desde una simple tarde de café,
a las mágicas noches de concierto.

Pero escapé de aquellos momentos
al abrigo de una falsa amistad,
que cambie por esta fría oscuridad,
un traje de muerto, una soga al cuello.

Por un sádico paseo entre tinieblas
donde más que hombre, soy fantasma,
de sonrisa bastante cara
y vanas compañías improvisadas.

Ahogando en largos sorbos
suspiros que necesita exhalar el alma
de emociones que no entiendo
por qué motivo aún conservo.

Y así pierdo una noche más,
con el silencio al mando de la mente,
con la vida tirada entre colillas
y abrazado al sentir de la muerte.