15 de marzo de 2016

Todo Tiene Final

Llegó al final de su tiempo
la cuenta del reloj de arena,
al que ya no le quedan horas
para dedicar a esta historia.

Así que liberé en el viento
los últimos suspiros y lamentos
nacidos de la melancolía
que provoca tú recuerdo.

Pues son un peso en el alma,
que no dejan recuperar,
lo que más echo en falta,
la sonrisa de siempre, en mí cara.

Y que me perdone el amor
por no luchar hasta morir,
pero prefiero ser feliz,
a estar en un infierno por ti.