5 de marzo de 2016

Todo Disperso

En un banco solitario
quedan nuestros secretos,
las largas conversaciones,
las horas robadas al sueño.

En el recuerdo de un bar
quedaron nuestras fiestas,
los juegos de miradas,
alguna que otra locura improvisada.

Esparcidos por doquier
cientos de momentos de magia
donde doblegabas mi corazón
con la voz de tu alma.

Y en mi interior
quedó grabado el sentir
que fuiste capaz de provocar
y que aún hoy... Me hace sonreír.