28 de marzo de 2016

Entre Penumbras

Cayó la última gota,
se deshizo todo el hielo,
la botella vacía sobre la mesa,
desbordado el cenicero.
Una noche más en penumbras,
entre orgullo, rencor y olvido,
con el sentir en un puño
para intentar frenar su latido.
La mirada encendida en ira
enfrentado a mí propio reflejo
por una vida sin sentido
malgastada en saciar una sed
que no sosiega el espíritu.
No calma el dolor del pecho
o ayuda a cicatrizar heridas,
ni elimina aquello que a fuego
se grabó en el interior
el día que me acaricio tú mirada,
decidiste besar mí alma,
adueñarte de mí corazón.