Quiero pasar la primavera
embriagado en el aroma
de la flor de tú cuerpo.
El verano,
saciando la sed
en la humedad de tú piel.
El otoño,
viendo la caída de caricias
por debajo de tú cintura.
Y el invierno,
en el calor febril de tú pecho, encendido con placidos besos.