Cuanto espacio en el mundo,
cuando sobra,
con el hueco entre tus brazos,
el lugar más confortable y cálido.
Cuanto cielo azul o lleno de estrellas,
cuando basta tú mirada,
para perderse en un infinito
de pura belleza para la vista.
Cuantos océanos, mares o lagos,
cuando solo sacia mí sed,
la humedad de tus labios
o el placer de tú ser.
Cuantas modas sin sentido,
si el mejor vestido,
siempre será tú piel desnuda,
acariciada por la luz de la Luna.
Y podría seguir excluyendo
al universo entero,
pues no hay nada,
que en ti, no pueda encontrar.