26 de mayo de 2016

Mirada...

Mirada, me traicionas, la ves,
observas en el vacío su ser,
la guardas presa de la pupila,
la retienes para tus caricias,
la llamas ante ti sin permiso,
como fantasma, como espejismo
para saciar tu sed por su tez.

Mirada, recorres fiel su cuerpo,
enredas cada hilo de su pelo,
deslizas en su cuello de mármol,
te posas en la flor de sus labios
y descansas en sus ojos dulces,
en el cielo que brilla sin nubes,
que besa, que enamora, que atrapa.

Mirada, detente, ten piedad,
pon fin a esta locura de maldad,
no sigas la senda del recuerdo,
no persigas el sueño sin tiempo
por la salud de mi corazón,
del alma que va a estallar de amor
de saberla, y no llegar a ella.