Nunca digas
que no fui fiel
al latir
despertado en mí pecho,
a tú celestial mirada,
a la
felicidad que esconde tú sonrisa,
a la caricia
de tu voz,
a la luz de
tu universo,
a la belleza
en mí vida.
Nunca digas
que no fui fiel
aunque
tambaleara en el camino,
tropezara
con mis dudas, mis miedos,
sintiera vértigo en el alma,
escudase el
corazón en el silencio,
rogase el
perdón del olvido,
faltase
valor en mis palabras.
Nunca digas
que no fui fiel
aunque me
conforme en la distancia,
no pelee
como bárbaro sin sentido,
de libertad
a tu espíritu
aunque nos
separe el destino,
pues siempre
serás mi compañía,
mi eterno pensamiento.