23 de mayo de 2017

Inocentes

Los días vienen de uno en uno,
al igual que los minutos y segundos
o las horas del diario,
y aunque existen los cumpleaños
sólo vale el baile en presente.
El paso en directo
bajo focos del cielo en azul o negro,
siempre sin miedo
a macetas sin barandilla,
a alcohol sin carnet al volante
o a locura sin medida del terrorista,
pues hay que vivir sin temor la vida.
Con la sonrisa fiel en los labios
el tiempo que se pueda,
pero sin lucir bajo ojos de ciego,
frente la injusticia o la barbarie,
frente al dolor en lágrimas o sangre,
sin escatimar palabra o lucha
en busca de una justa contienda 
donde el latido inocente no sufra.