27 de marzo de 2017

Sin Peso

Tuve que quitarme un peso
para decir la verdad,
que te quiero,
que te amo,
envuelto en miedo y dolor,
propio y necio,
y herencias de otras mentes,
que opinan en voz alta
sin saber ni media película
de los pensamientos contigo,
del latido que llena el pecho
o la sonrisa que despierta...
Y nunca más
apostaré la libertad del alma
por prejuicios a cuento
ni pondré trabas a la palabra
hable de ti, de mí o el sueño
entre paisajes prestados,
entre miradas a cielo abierto
sin ocultar el rostro
a los ojos de quien quiera ver
más lejos de unas líneas
sinceras conmigo
que no,
no buscan perdón o capricho,
sólo Sol y viento, mar y Luna,
y una estrella onírica
con quien conversar la vida,
la locura e incluso la duda
de la lucha constante
que implica pensar distinto
y sentir en un mundo
que casi nunca
muestra o deja ver sentimiento.