26 de marzo de 2017

Mar Abierto

La vida son decisiones,
salvo seas pez de pecera,
de derecha o izquierda,
cuando hacia delante
no es opción
y volver atrás un callejón,
que hace tiempo ya
no conduce al hogar,
pero tú
me enseñaste a volar,
a ignorar precipicios,
a destruir muros
y mirar siempre al frente
sin miedo a decir basta
o adiós
en un desvío de caminos,
en un seguir y no parar
sin arrastrar pecado
con el alma en la mano,
con el ser por delante
sin mentiras por rostro
que no merecen tiempo
ni lágrimas del corazón,
donde vence la verdad,
prevalece el imposible
y sólo quedan auténticos
por nombre y latido
bajo el Sol
del cielo a mar abierto.