Hay despedidas sin sabor
a última cena,
a último beso,
sin calor de un abrazo,
sin lágrimas que compartir.
Hay despedidas sin adiós
perdidas en elocuentes sermones
a ataúdes vacíos,
a fotografías caídas en olvido,
a deshidratadas flores
entre páginas de
recuerdos,
a ausencias del corazón
enterradas en arenas del tiempo.
Hay despedidas
que no son despedidas
pero dicen adiós.