Cada dos por tres
dejo volar la mente y sus pájaros,
doy descanso a la jaula de grillos
en pensamiento fugaz o concreto,
en sueño, ilusión o fantasía.
Y de cada tres,
cuatro van de tu mano
entre líneas o al margen en blanco,
por tinta, pluma o diario al papel.
Con verdades a la dulce mentira
para que se escuche a medias
el latido entrecortado entre sí y no,
el latido que cree tener opción
cuando habla a pausas del Amor.
Aunque arriesgue a lo rebelde
sin más causa que pedir un beso,
sin más horizonte que una mirada
con los ojos en quiero a mayúsculas
sin decir nada y casi todo
frente al mundo o tras el silencio.
En compañía entre momentos
o a viento y soledades,
a susurros de atardecer y Luna
con la apuesta a una sonrisa,
a una realidad que ofrece la vida.
Sin frontera, barrera o imposible
que ate en corto sus pasos,
su luz al desnudo frente al mundo
para alegría del corazón y el alma.
