20 de julio de 2017

Calavera

Entre el afín y el adverso
de un mundo en movimiento
se encuentra el perdido
que busca perdón o redención,
a la duda, a la locura, a la razón
sin más oído que el latido
al son de su propia canción,
con las calles por pistas de baile,
con el viento de acompañante
en la soledad frente al bullicio,
en un encuentro seguido al Sol.
Pero la libertad está oculta
en la desnudez del sí o el no,
en un beso, en una decisión,
en la dirección tras la mirada
para mal o bien... Bien o mal
con el corazón por horizonte
de los pasos hacia el destino.
Desde un principio desconocido
en fecha y hora escritos al ayer,
en virtudes bajo la piel
al refugio de la fogata del alma,
al amparo de la calavera del ser,
sin salidas de emergencia
para la propia y mera existencia,
para el rostro al descuido
con los ojos al cielo y al sueño
en pausa, caminata o carrera,
por océanos, cielo y tierras
por amor, nostalgia o penitencia.