25 de julio de 2017

Dar Corazón

No quiero estar
entre la espada y la pared,
porque siempre barro para casa
y ante todo cuido mi alma
con la libertad por bandera,
con el pensamiento por palabra.
Nazca de un minuto
o de las experiencias de la vida
sin miedo, sin temor
a las vueltas de hoja,
a los giros en el guión
en improvisación, en imaginación,
a nombre de capricho y locura.
Frente al mundo, frente al cielo
con los ojos puestos en el paraíso,
con los pies en fuga del infierno
a cuenta de un par de pecados,
a cuenta de errores del pasado
que piden pago y sacrificios...
Pero sin vencer jamás al sueño,
a la voluntad que encuentra tiempo,
frente a la tormenta o el fuego,
para caminar hacia el horizonte,
besar nostalgias o llamar al amor,
para escribir algún cuento,
llorar la lágrima o dar el corazón.