28 de abril de 2017

Principio

Comencemos desde el principio
donde todo es nuevo
y los besos saben a nubes del cielo,
a sentimiento desconocido,
que no se sabe
dónde y cuándo empieza y acaba.
Y yo
arriesgo el aliento y último suspiro
al sentir inesperado
que abarca el mundo y el sueño
en giro irremediable sin vuelta atrás,
con la vida en el ruedo
de sonrisas entre capote y espada
siempre con la pared a la espalda,
y la pluma por piel en papel
donde el pecho no escucha y habla
de la verdad tras cada latido
sin remedio a la voz de la palabra,
que dice te quiero en silencio
y te amo en alto sin ruido ni eco,
pero con más fuerza que el tornado
o más grito que el trueno
en un día de azul y Sol por regalo.
Pero pido
a cambio el universo en unos ojos,
el amanecer y el ocaso,
y la noche a través de caricias
sin fin ni final,
más el juego de no saber y querer
a cada paso que dé el destino
en la dirección escrita en el alma
que no deja ni olvida
la brizna de césped en primavera
o el copo en blanco de invierno,
aunque sin esquivar otra partida,
si veo las cartas sobre la mesa
y el comodín no gana manos
con la misma apuesta y pérdida
a partes iguales,
a razón de equilibrio y no de azar
en la ruleta de dados del Amor
con los imposibles por cordura
y la verdad por única decisión,
por don, por bendición del corazón.