3 de abril de 2017

Pienso...

Me gustaría jugar creído y soberbio,
y decir que sé piensas en mí
en la sonrisa de tus labios carmín,
en la noche y su silencio helado
cuando faltan las verdades contigo,
pero no soy tan necio ni loco
para creerme ombligo del mundo
ni necesidad a orillas de tus pies
y volver princesa la mayor guerrera
en lágrimas bajo las sábanas,
en nostalgias aferradas a la cama
por la ausencia a su lado de mi tez.
Pero soñar se puede soñar
incluso con besar el cielo y la Luna
en un descuido de las estrellas
y, de vez en cuando,
con que puede me eches de menos
de tu mano, tu abrazo, tus labios
o tan solo de tus ojos y su magia
en busca entre calles de mi mirada,
por si suena la campana
y nos frena el mismo semáforo,
aunque nos separen dos ciudades,
como hago yo a cada paso
que miro y busco hacia todos lados,
que no dejo atrás ninguna dirección
no vaya a perder el Sol
por saber que el día está nublado.
Pues no voy a negar ni ocultar
que tengo tiempo para pensar en ti
y si no... Lo encuentro
en un día entero bajo el cielo azul,
en un par de horas de insomnio
o por protagonista de la mente
en cada sueño escrito y sin escribir
que guarde aún la pluma y el tintero
para dar sentido al latido
que suena a tu nombre bajo la piel.