29 de abril de 2017

Mitad

No tengo marcha atrás ni quiero
en los latidos del corazón
y no sé
olvidar para bien o mal,
a nada ni nadie que me hizo sonreír,
que me hizo ser
alguien mejor bajo el Sol.
Y Tú
estás ahí,
cada día aunque no estés
y el silencio sea nuestra conversación.
En la voz del pecho
entre locura, recuerdo y presente
sin dejar de lado el sueño y el café,
ya sea de tarde o de amanecer,
de mi mano
hasta el mañana desde el ayer.
Porque soy así
y no quiero cambiar la debilidad
de echar de menos
un baile de farola o una esquina,
de película, de realidad,
entre preguntas y espera
que me hizo crecer como persona
para ser la mitad de quien soy.