12 de abril de 2017

Perdí

Perdí muchas, muchas veces
por no decir
cien, mil o quizás un millón,
pero aún así sigo ganando yo
cada día al despertar,
cada día al sonreír
por tener Sol y cielo en los ojos,
por una nueva oportunidad
en una vida de flores
donde volver a jugar al viento
entre bosques y montañas,
entre ciudades y desiertos
o de disfrutar la marea
a pierna suelta bajo la arena
sin dejar de soñar
con la siguiente ola y su locura,
con recibir un beso de la Luna
o ser secuestrado por sirenas
de río con vistas y una salida
a mar abierta y sin fronteras
que me muestren la Atlántida
o me roben el último aliento
antes de ser pasto para peces,
antes de hacer pie en el océano
y ver de lejos las estrellas,
los farolillos de fiesta del cielo,
que siempre está en feria
y no escatima luz en copas
ni bailes enamorados de labios
entre pasos y abrazos alados,
y lo sé, lo cuento
porque estuve allí de tu mano,
aunque me llevabas a ratos
con billete de todo completo,
pero no me quejo, o sí,
ya que de turista gana contigo
aún con los pies en tierra
si vistes tú... Al lado una sonrisa,
si la flor es tu compañía.