Perdí muchas, muchas veces
por no decir
cien, mil o quizás un millón,
pero aún así sigo ganando yo
cada día al despertar,
cada día al sonreír
por tener Sol y cielo en los ojos,
por una nueva oportunidad
en una vida de flores
donde volver a jugar al viento
entre bosques y montañas,
entre ciudades y desiertos
o de disfrutar la marea
a pierna suelta bajo la arena
sin dejar de soñar
con la siguiente ola y su locura,
con recibir un beso de la Luna
o ser secuestrado por sirenas
de río con vistas y una salida
a mar abierta y sin fronteras
que me muestren la Atlántida
o me roben el último aliento
antes de ser pasto para peces,
antes de hacer pie en el océano
y ver de lejos las estrellas,
los farolillos de fiesta del cielo,
que siempre está en feria
y no escatima luz en copas
ni bailes enamorados de labios
entre pasos y abrazos alados,
y lo sé, lo cuento
porque estuve allí de tu mano,
aunque me llevabas a ratos
con billete de todo completo,
pero no me quejo, o sí,
ya que de turista gana contigo
aún con los pies en tierra
si vistes tú... Al lado una sonrisa,
si la flor es tu compañía.
"La poesía no necesita adeptos, sino amantes" Federico garcía Lorca