14 de septiembre de 2017

Y Sólo...

Tras el por qué
comienza el quebradero de cabeza,
los que sí,
los que no,
sin olvidar los tal vez
y menos aún los quizás
de la lista infinita de posibles
que no dejan respirar,
que de corazón
aprendí a dejar en blanco,
en susurros lejanos por silencios,
en labios mudos frente al ciego.
Para ser
Yo
sin miedo al sabor del vértigo,
lejos de esperas sin salidas a la mar,
lejos de los infiernos del necio,
y recordar
quien fui, y quien soy hoy al final.
Con todo el mañana para mañana
aunque esté a punto de acabar
la última campanada
y sólo... Quede un zapato de cristal.