26 de septiembre de 2017

Sólo Para Mirar

No me pierdo en un vaso de agua,
medio vacío, medio lleno o a rebosar
porque si tengo sed me lo bebo
y a continuar,
que dicen que el tiempo corre,
aunque yo, todavía, prefiero andar,
a fin de cuentas,
no creo que jamás lo pueda alcanzar,
él decide cuando ganar.
Pero, mientras, que me den el cielo
sólo para mirar,
y un cachito de pared,
con los pies a ras de suelo,
con el viento por transporte de besos
y las estrellas centinelas de sueños
de enamorados, locos o risueños,
de fantasmas, monstruos o hadas,
del universo donde todo tiene lugar.
Donde no hay desconocidos
ni distancias que salvar,
con caprichos en bandeja de plata,
forjada de luces de Luna Nueva
con motas de polvo fugaz,
y los imposibles para jugar,
como volar entre algodones de nube
o poder cantar y bailar bajo el mar.