Soñaba... Ser agresor del cielo
en una conquista del imposible
con mis alas de cera,
para volver al suelo... Sin sueños
sacudido de dolor sin batalla.
Con las centinelas de risa,
sin desenfundar su forma astral,
y la Luna, siempre hermosa,
en busca de nuevos horizontes,
descalza sobre las olas del mar.
Lejos, cerca, Nueva o Llena,
ignorante de mis aullidos
en su camino de luces de boreal.
Aullidos... Que taladran el yo
para despertar en un silencio,
en una alcoba vacía de mentiras
y sentir, otra vez, los pies por reino,
la adrenalina del esfuerzo
de labrar un camino sin dirección...
Sin premios... Sin recompensas...
Y con un mundo por cada paso
para la sonrisa resuelta al Sol
dispuesta a soñar despierta,
para el corazón de feliz voluntad
que quiere y piensa sólo Amar.
