31 de agosto de 2017

Sangre A Fuego

Con la sangre a fuego por las venas
recorro la vida,
entre pasos, saltos y algo de baile,
siempre, con la sonrisa dispuesta
a un cruce de miradas
o a perder los ojos entre las nubes
tras un sueño de falda corta,
tras un puñado de besos carmín,
que vuelan sin labios,
de ésos, que no me diste ni yo pedí,
y no por falta de ganas,
aunque, no tengo nada que decir
o, tal vez, lo dije ya
y no recuerdo o no quiero recordar,
porque esa firma la puse ayer
y hoy es hoy,
hasta que el Sol nombre el amanecer.
Con otro más a la suma del corazón,
al eco de latidos,
que continúa hacia el horizonte,
hacia la próxima intercepción,
ya vaya recto o en circulos,
en tren, bicicleta o descalzo.
Con el alma en ropa interior,
para el mundo,
y desnuda, bajo la mirada del cielo,
del celeste y azabache firmamento,
en vestido de estrellas, o de Sol.