25 de agosto de 2017

Insomne

No tengo ganas de dormir
y la noche ya ha caído,
con su tropel de luciérnagas,
con su sonrisa de plata.
Y navega sin velas
el pensamiento al viento,
sobre el mar de la imaginación,
lejos, y cerca, también.
A un latido de distancia
de cualquier horizonte o cima,
de cualquier amanecer.
Con la yema de los dedos
en busca de acariciar el cielo,
de moldear en sueño las nubes
bajo la pluma escarlata,
sobre alas de papel.
Donde se palpa el imposible,
donde el limbo besa el paraíso,
sin el juicio del purgatorio,
y abraza hasta el infierno
entre cenizas al carmín.
A silbidos y chasquidos
bajo tambores y cornetas
sin más batuta que el alma,
que la voz latente del corazón.