3 de junio de 2017

Mentira

En una noche cayeron reinos
y algún que otro velo entre sábanas
al cobijo de la Luna o de la sombra,
pero también se alzan los sueños
sin más reparo que la imaginación,
que la mente en subconsciente
y un corazón en voz de deseos,
en aspiraciones a poco o a mundos.
Mientras las costas dibujan mapas
con el disparate en la mirada,
con cartografía de una caricia a piel
hecha a medida del alma,
a semejanza de la tinta en palabra
bajo la pluma en rostro y anónimo.
Donde se desmorona el cielo
en lluvia infinita de estrellas fugaces,
en baile de auroras y fantasía,
en ocaso y alba al desnudo
con la alegría enraizada en el latido,
con la sonrisa por dulce castigo
a cualquier roto o descosido.
Y no hay verdades absolutas,
pero hay mentiras de realidad
que disimulan al ojo incrédulo,
como que te quiero
cuando dejo tranquilo el silencio
entre tú y yo,
en vez de matarlo a golpes de voz.