1 de febrero de 2017

Habrá Victoria

No me asusta el dolor
ni quedo arrodillado en la derrota
aún pierda en batalla el corazón
o los ojos a manos del cuervo,
pues soy más alma que piel
y alzaré mi propia victoria
sobre el llanto de la sangre 
en cicatrices sin costuras
perdido en noches por sombra
o a fuego lento en el infierno
para castigo del destino
bajo el yugo en voluntad
a manos del son de mis latidos.