Si te vencen los celos
con su circo de motivos,
con sus dagas sin razón
y su juicio ligero
más veces que el latir,
que el sentir del corazón
no seré yo
jamás
el hombre que te dé paz,
que calme tu instinto
sin hacer rabiar tu voz,
pues ando a paso tranquilo
con la sonrisa al descubierto
sin máscara ni filtros
ni poses por ego
y el mundo por capricho
en dedos sin freno,
en palabras sin ama ni dueño
que visten el paisaje
bajo bandera sin nación,
entre miradas del alma
y sueños sin arena
en el pasado por reloj,
en préstamo de por vida
resistente a olvidos
y a cualquier castigo de fe
impuesto por el destino
o el eventual sin nombre
en galones del ayer
que quiera dudar
o doblegar mi forma de ser.
31 de enero de 2017
Siempre Ser
