6 de enero de 2017

Ningún...

No esperes de mi ningún regalo
salvo aceptes algún beso,
pero el obsequio será de tus labios
y jamás al contrario,
como el simple hecho de verte
o tu risa acompañando mi oído
que despierta siempre
un alboroto de niño entre mis latidos,
pero no esperes ningún regalo,
pues no quiero comprar un destino
y mucho menos a tu lado,
aunque es algo
que no funcionaría contigo,
pero tampoco
que me recuerdes por objetos
en una obligación absurda
que sea un castigo más de mi ego.