Paz

Sopla una extraña calma
en corazón y alma
puesta en escena sin causa
tras las noches en tormenta
y una sonrisa renace
en los instantes de silencio,
en el susurro del viento,
en la pausa a manos del Sol
con la mirada hacia delante,
con el amanecer en la retina
y pleno el corazón,
sin obstáculos del pasado
en llanto, en vergüenza
ni vestigios de las victorias
y la fea cara de las heridas
del bar para insomnes
que se aferran a los latidos
en sueño por nostalgias,
pero la paz llegó un día
tras la verdad en ausencia
después de años por mentira
entre líneas de diario
de que el amor es un mito
cuando es esencia de la vida.