9 de enero de 2017

En El Sueño

No esperes despierta
cuando lleguen las estrellas
de mano de la Luna
y deja que entre en tus sueños
que es un buen sitio a tu lado,
aunque se esté mejor
contigo apoyada en el pecho
y tu calor, tu cuerpo
enredado en mis brazos
para dar comienzo a la noche.
Pero me conformo
con un instante, un segundo
que nos una el universo
en un cruce sin sentido, 
aunque aproveche un pensamiento
que sesgue la distancia 
en compañía de las constelaciones
y el subconsciente despierto
para descansar en tu regazo
con el latido en calma
y dar algo de paz al alma.
Porque es lo que nos queda,
las horas en letargo
sin explicación ni dueño,
sin imposibles ni miedos
entre imaginación y deseo
para compartir un nuevo beso,
un amor en caricia
y todos los silencios opacos
convertidos por fin
en cascada de mil te quieros.