25 de enero de 2017

Libre

Dime adiós sin mirar atrás
como si fueras a convertirte en sal
y aún así no me harás callar
porque no tengo nada que perder
y todo un mundo que ganar
en sueño, en realidad,
en un latido sin igual,
pero perdona
si te hieren mis líneas en flechas
por lluvia sin cielo
prestadas entre indios y Cupido
de los silencios de otra era,
no tienen intención de hacer daño,
sólo falta de puntería
ya que la diana es tu sonrisa,
aunque, a veces, el inconsciente
tire a dar al corazón
en un reflejo,
en un instinto no muerto
con una voz sin tiempo
bajo indulto del libre amor
en rebelión contra el olvido
y si me apuras, contra el destino
que en tus labios reza por no.