27 de enero de 2017

Margarita

Contigo me siento en saldo,
siempre a la venta
por un beso, por una mirada
y no quiero
ser en tus manos marioneta
ni reo ni preso
como no te quiero por princesa
o damisela en apuros
que necesita salvar su corazón
del mundo en dragón,
porque no soy yo
de los dos
quien viste armadura de luz,
pero mis latidos te buscan
sin freno, sin pausa
entre las sábanas en ausencia,
en el alba que nos separa
mientras caen las estrellas
y los pétalos rifan te quieros
en un sueño, en un deseo
que susurra en labios tu nombre
en voz del silencio,
en oración al altar del amor.