28 de enero de 2017

En Préstamo

Puedes hacer un calabozo
en medidas de ataúd
para enterrarme en el olvido,
en el silencio del pasado
que no pondré zancadillas
a caer bajo arresto
si lo pide el dulce de tu voz,
si es tú o yo,
porque lo merezco
más que el perdón,
porque soy
quien late de prestado
desde esa primera vez
que me hiciste ver,
que el Sol surcó la noche
amparado bajo tu cielo
en melodía y canción,
donde todo cobró vida
y llenó el calendario​ de sueños
contigo siempre en la retina,
en el palpitar del corazón,
aunque callara mil Lunas
y riera por rutina
para combatir la espera,
para disimular el rostro,
para huir de tus ojos
y de la verdad en mi interior
que sé... Nunca te engañó.