8 de febrero de 2017

Sin Escudo

Guardé demasiados secretos
detrás de un iluso escudo
que sólo ampara miedos
y no protege ninguna sonrisa,
cuando pude haber sido honesto
conmigo y la voz del alma
que habla más que los labios
en recuerdo de tantos silencios,
pero hay decisiones
sin oportunidad de marcha atrás
como estrella fugaz
precipitada en hola y adiós
sin redención por suicidio bello.
Así que no más,
aunque a veces parezca,
aunque la vida lo ponga difícil
en su constante capricho,
para que no ardan los latidos
y azote mi piel en escalofríos
por mantener a raya el corazón
en sus te quieros, sus te amos,
mientras sean fieles en el pecho
y no busquen ningún castigo
ni dolor o juicio constante
entre el sí y el no,
pues no hay duda en el amor.