24 de febrero de 2017

Reino

No necesito ningún reino
donde lleve corona,
donde imponga mi criterio
como sabelotodo constante
o caprichoso de última palabra
sin más razón que el yo,
que el deseo oculto del corazón,
no,
ni palacios, o una mala choza
que me ate a la tierra,
porque no es mi ambición
y lo he podido comprobar
en la tranquilidad del latido,
ya que mi alma quiere ser
y llevar a cuestas todo el peso
que pueda juntar en el camino
por encima de tener
si no es una buena compañía,
aún el resultado no se entienda
por riesgo
y sólo me haga sonreír a mí
en precio dictado por la vida,
pero acepto,
ya me llamen necio o loco
y sólo yo me sepa cuerdo
sin fronteras
en un mundo a mis anchas
dibujado día a día en mi interior
donde nada y todo queda
pero a mis ojos
por siempre reinará el Sol.