He subido montañas
con medio palmo de metro
en descansos de media hora
y navegado océanos
a vela y a remo
saltando sobre charcos.
He resuelto laberintos
de cuento y baldosas
de camino a la compra
de dos bollos y cuatro vienas.
Y surcado estrellas,
besado la Luna
y visitado mil un planetas
una mañana de lluvia
en ventanilla
en siete estaciones y un billete.
He disfrutado
bajo la piel de más de un traje
con tres esposas y cinco bodas
en seis rondas y cuatro bares
con más agua que vino
en una fuga, en un respiro.
Y oído música
en palabras de la tormenta
sin paraguas ni chubasquero
bajo una cascada de caricias.
He vivido
de cuerpo y pensamiento,
de piel y corazón
con la imaginación libre
de pretextos
a parecer loco, absurdo, necio,
a dejar huir un instante de luz,
la oportunidad de sonreír
en el juego de pausas,
en el tiempo entre distancias
que recrean la voz del alma.
"La poesía no necesita adeptos, sino amantes" Federico garcía Lorca