Nunca el reloj nos dio la hora
ni repicaron las campanas
cuando hubo lugar,
nunca tuvimos reserva con el destino
ni cita
donde actuar de corazón y verdad.
Nunca
tuvimos ocasión
y siempre tenemos oportunidad.
Sin pensar de más
en mañana,
en las trabas, las faltas,
en que como todo... Puede salir mal.
O bien
si la fe no falla al esculpir la realidad.
"La poesía no necesita adeptos, sino amantes" Federico garcía Lorca