Tu voz
me invita apagada
desde el interior de un baúl
estricto para recuerdos
que el alma no puede guardar.
No me llama por mi nombre
ni tiene intención alguna
solo
traspasa mi mente
y apresa fácil mi interés.
Cedo
ante la tentación
de la voz que me seduce
y saca lo que no olvido
por quien late... Mi corazón.