El sendero
ajado en dos
del que
íbamos de la mano,
tú no
aminoraste el paso
pero yo
me quede parado,
fui incapaz
de reaccionar,
de controlar
mi destino.
No quería
verte marchar
ni podía
seguir tu camino.
Te vi
alejarte sin más
no intenté hacerte parar
pues no
seré yo, el ancla
que pretenda dar freno a tu alma.