No pretendas
que te quiera
más que
nadie en tu vida,
ni que
sea tu gran amor
o sera una historia fallida.
Pero amarte
a mi manera
con ojos
de enamorado,
el corazón
en un puño
y un te
quiero por bandera.
Con el
alma al descubierto
y una
sonrisa sincera,
esperando
cada encuentro
igual
de ansioso que el primero.
Con el deseo a flor de piel,
solo por verte llegar,
conteniendo la pasión
que incitas en mi interior.
Deseando
ver tu mirada,
la primera, de la mañana,
envueltos
entre sabanas,
en
caricias desordenadas.
Pretendiendo tu sonrisa
a todas horas del día,
volcando mi voluntad
tan solo en tu felicidad.
Así, si te puedo amar,
como haría un hombre corriente,
una persona vulgar,
entregando quien soy... No más.