20 de enero de 2016

Estúpidos Celos

¿Cuántas veces te hablaría,
sólo usando el corazón,
sin alzar nunca la voz,
ni tan siquiera... Una vez?

Tú, ya no estabas aquí,
no me ibas a poder oír,
y aunque te pude buscar,
no lo hice, por no molestar.

Pues no soy más que un suspiro
cuando estoy en tu compañía, 
que sólo enturbiaría el aire
entorno a tu prospera vida.

No pienso ser el que estorbe,
ni trabaré tu camino,
como un necio sin remedio
queriendo frenar tu destino.

No mereces tal castigo
ni esa carga para el alma,
ese peso es solo mío,
nunca tuvo que ver contigo.

Sufro de estúpidos celos
a una parte inevitable,
imposible de enfrentar,
parte de tu felicidad.

Alegría que me mantiene
y que no pienso tocar,
porque si tu eres feliz,
el resto del mundo da igual