Abrazos Todo el Año

Guirnaldas de luces por regalo
enroscadas de mil colores
decoran en vuelo las calles
e iluminan rotas sonrisas
de quien a medias
ve hambriento tras barreras de cristal
sin más pasaporte que los ojos
los bazares de la felicidad,
mientras la tradición que merece se pierde
en pensar en nosotros mismos

tras fortalezas de egoísmo

a suspiros de alcanzar los cielos

y herir los cimientos del paraíso

con sus lanzas exentas de piedad 

que ensartan el valor de un abrazo

o de un beso por cariño

por no tener peso en vil metal

y tintinear en voz de Lucifer
que juega con la mente a engaños
bajó los mismos trajes de ayer

y sabe que dividir es vencer.

Así que estira los brazos

y abre el corazón de par en par

a extraños y desconocidos

sin que de pie el calendario

ni cuente sólo veinte días al año

o por propósito de remordimiento,

ya que el amor se da sin precio

ni recompensa alguna al final,

salvo las sonrisas que siembres

y te ofrezcan los labios al pasar.