Siempre hallo entre mis labios
tu nombre
como en el hogar se halla la
lumbre
o en el claro día se encuentra el Sol,
siempre sin falta, aunque sin
voz
pues no cruzará el aire hasta tu oído,
no alcanzará el ansiado destino,
no dará alivio a mi corazón.
No, no te nombraré en el
silencio
aunque ronde por mi pensamiento,
aunque se empeñe en querer salir
pues para qué, si no estás aquí,
si no están tus ojos por respuesta,
su bella luz, su fantasía eterna,
si no obtendré el alba de tu voz.
No, no pondré firma a tal locura,
no malgastaré en ello mi rúbrica,
aunque si es devota su
presencia,
es fiel en mi lengua su
insistencia,
es verdaderamente honesta,
no muere ni abandona su espera
pues nombra a quien no olvido,
Amor.