8 de junio de 2016

Tu Condena

No sé cuándo ni por qué,
no sé cómo lo lograste,
cómo conseguiste enamorarme
con sentencia a perpetua
sin derecho a alegatos o recurso,
sin revisión de la pena.
Pero tú
no te libras de condena,
de estar oculta y a la luz en mis letras,
entre líneas de un vulgar poeta,
de entre muchos el último,
con más sentimiento que estilo
pues no hace falta un discurso retórico
para decir que no te olvido,
que eres el Amor de mi vida.