Hay horas
que vencería la tristeza,
que perdería toda mi entereza,
que cedería ante el miedo, ante la ira,
horas en las
que aprieta cruel el día,
instantes
que cuesta continuar
pero a mí,
me da exactamente igual,
he
conseguido el mejor remedio.
Da igual lo
malo que sea mi día
gracias a ti
tengo una sonrisa,
sonrisa que
va de oreja a oreja,
sonrisa que
de verdad alegra,
que
reconforta la paz del alma,
que
convierte el descontrol en calma,
que sosiega
mi mundo, mi vida.
Sonrisa que
nace entre mis labios
porque tú,
estuviste entre mis brazos,
porque aún ocupas mi corazón,
porque mi oído se aferra a tu voz,
se sacia con
su dulce alegría
aunque me
falte tu compañía
pues Amor,
traspasas cualquier distancia.