4 de junio de 2016

Tenerte...

Tenerte entre mis brazos no es sueño,
es pecado, sendero al infierno,
es deshacerse en ardientes llamas
bajo el fuego de tu mirada,
bajo la pícara luz celestial,
la condena de mi voluntad
que seduce mi alma sin piedad.

Tener tu cuerpo contra mi pecho,
tu piel al alcance de mis dedos
es tocar las nubes del paraíso
o el más delicado de los tejidos,
es sentir el tacto más exquisito,
es alimentar más de un suspiro,
es disfrutar la mejor caricia.

Tener tus labios a tiro de un beso
en el instante que se hace eterno,
que grita sin voz el corazón
desatado por la tentación
es el broche a todo lo demás
y luz de salida para jugar
pues de ti, lo quiero todo, Amor.