Siempre
habitas la luz de la Luna
porque allí mis ojos te buscan,
se detiene
en ti mi pensamiento,
en cada
bella línea de tu cuerpo,
en cada beso
que tú y yo nos dimos,
en
conversaciones que tuvimos,
en instantes
que viví junto a ti.
Siempre, estás en todas las noches
aunque no te
vea, aunque no te note,
no te llegue
a alcanzar mi caricia,
no disfrute
de tu compañía,
pues tengo a
la Luna, y ella a ti
para poder
hacerme sentir,
para poder
hacerme feliz.
Pues que me
perdone el cielo
pero eres tú, la Luna de ensueño,
la única, la verdadera y auténtica,
la luz que
mi corazón necesita,
pues sólo contemplo el firmamento
porque no te
encuentro, no te tengo
y la Luna es
mi remedio, Amor.