Jamás podré
dar un paso al frente
porque no lo
permite mi mente,
porque no me
deja la razón
por mucho
que grite el corazón,
por más que mi alma te pertenezca
o te dedique
una eterna espera
porque, tú, ya dijiste que no.
Porque no
fue una, ni dos ni tres
y a mí,
siempre me tocó perder,
siempre me
costó verte marchar
aunque no lo
dijera jamás
y la verdad
quedara sin voz
por no
reconocer el dolor,
por no
perturbar tu libertad.
Pero siempre
fue mi deseo ir,
ir contigo
hasta el fin, hasta morir
pero yo no
combato corazones,
no lucho
contra esas decisiones
por respeto,
nunca por temor,
no pienses
que es falta de valor
pues siempre
serás mi gran Amor.