Hay
instantes para no decir nada,
para
conversar con una mirada,
con una
sonrisa entre los labios,
con el
latido algo acelerado,
con el deseo
ardiendo en la piel,
con el beso
anhelando tu miel,
con silencio
como única palabra.
Momentos
para hablar con el tacto,
para
dialogar en un abrazo,
en un cálido y plácido
encuentro,
en la
caricia entre dos cuerpos,
en el sentir
que lo dice todo
igual que
hace el brillo de los ojos,
sentir, que
habla en nombre del pecho.
Pero ése, ya no es nuestro lenguaje,
ya no estás,
hiciste el equipaje,
y ahora se
escapan esos momentos,
se pierden
sin poder tener tiempo,
se esfuman a
lomos de un suspiro
que ni tan
siquiera alcanza tu oído,
suspiro, que
te echa en falta Amor.