Tu voz
tiene
un lugar en mi mente,
donde,
vence los demonios,
vuelve
valientes los miedos,
inspira
los mejores sueños,
alivia
los mayores anhelos,
revitaliza
el latir del pecho,
y todo
eso,
tan
solo, siendo un recuerdo,
un
susurro que trae el viento
perteneciente
a otro tiempo.